El autor tandilense presentará la segunda edición de su libro en la Feria.
Existe un contacto profundo con la Realidad, donde lo simple se manifiesta en completa confluencia con la Vida. La evidencia de tal existencia es proporcionada por el estado de Presencia, al que puede uno arribar mediante el reconocimiento de aquello que es tal como es. Tu Maestro Interior te regresará a tu esencia pura, te volverá sincero y auténtico, y cuando ello suceda no habrá dudas, no habrá más preguntas.
Cuando el conocimiento se manifiesta en palabras extraídas de palabras, sólo existen palabras. Cuando el conocimiento es extraído de las experiencias cotidianas en contacto con la Realidad, estamos en presencia de Conocimiento.
Todos tenemos pocas certezas, pues la Verdad tiene siete mil velos. Sólo nos queda la experiencia como medio de aproximación.
Por ello, si la Vida es un río que va en busca de su Océano (la totalidad, su origen, Dios, Consciencia, o como quiera llamarse), algunos eligen quedarse en la orilla y lo miran correr, y estos tendrán muchas dudas sobre qué es el Océano, o si puede un río fundirse a él, o incluso si realmente existe un Océano.
Luego están los que se arrojan al río, y simplemente se dejan llevar por él, sin cuestionar sus posibilidades. No cuestionan ni especulan al respecto, sólo se entregan. Estos últimos son los que experimentan y esa experiencia es el máximo saber (sentir) que tenemos a nuestro alcance. Todo lo demás puede ser cuestionado, como suele ser común entre los hombres.