La Feria del Libro de Tandil, de edición anual, se realiza de manera ininterrumpida desde el año 2003. Sus organizadores acordaron, desde el inicio, promover el desarrollo de un espacio plural, de proyección nacional e incluso internacional que atendiera, al mismo tiempo, la demanda y las necesidades de los autores locales y regionales.
Muchos de estos autores enfrentan hoy el desafío -cuando no la resistencia- del mercado editorial, dada la tendencia creciente a la publicación de escritores consagrados.
Y si para estos últimos el espacio ferial ofrece un incentivo nada desdeñable, dado que propicia una oportunidad maravillosa de profundizar el vínculo con sus lectores, su público, para los escritores nóveles, mientras tanto, la Feria constituye, más que un estímulo, la posibilidad de su realización: se es autor en el intercambio con los otros, que actualizan el sentido de nuestras palabras.
Atendiendo a esta problemática de los escritores locales y nóveles se ha decidido, de manera conjunta, dedicar la décimo cuarta edición de la Feria al libro tandilense a través de la Historia. Un homenaje a los pioneros, a los autores que abrieron el paso a las voces del interior instalando nuestra serranía, una idiosincrasia literaria propia, en el entramado de las más cotizadas voces porteñas, ya desde fines del siglo XIX y principios del XX.
También y especialmente, un homenaje al trabajo incansable de los autores locales y regionales contemporáneos que deben sostener y ampliar el espacio legado por los pioneros en anaqueles de bibliotecas y librerías, páginas de publicaciones gráficas periódicas, en versión papel y digital, en radio, en televisión y a través de las redes sociales. Además, deben sostener y deben ampliar este legado en el entorno de un universo textual que prolifera de manera inaudita, circunstancia propiciada por la aceleración del desarrollo tecnológico y, con base en él, por la progresiva percepción de la cultura como una experiencia global.
Muchas de las obras de autores tandilenses más antiguas dejaron de estar a la venta y algunas de ellas ni siquiera son de fácil acceso para los usuarios de bibliotecas. Sin embargo, son cuantiosos los títulos y los nombres de autores de los que se dispone si no en estanterías y anaqueles, en los reductos de la memoria colectiva. Este acervo, este patrimonio intangible, se manifiesta y dialoga de manera amable o tensa, lineal u oblicua en las páginas de nuestras literaturas actuales.
Los escritores son testigos y documentalistas del presente que habitan. Son, al mismo tiempo, recuperadores privilegiados del pasado. Los lectores conocemos e interpretamos el cifrado de este mundo y de otros mundos posibles, en buena parte, a través de sus obras. Y de la avidez de conocimiento y de memoria de estos socios del libro -que somos sus lectores- da cuenta esta Feria que en la última edición (2016) abrió sus puertas a más de ocho mil personas y que, igual que se abren los libros y el lenguaje para recibirnos, ya está lista para volver a abrirse. Porque esa es y será siempre su esencia.
Municipio de Tandil – Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires- Cámara Empresaria de Tandil-Asociación Ferias de Libros en Tandil