“El ritmo y la distancia”
“Tal vez la memoria no pertenezca al dominio de las palabras. Tal vez esté en esa niebla a la que apuntan las frases, las citas. Y las citas cumplen aquí un papel también rítmico. Imponen la distancia de la palabra ajena, pero igualmente son atraídas por la admiración, por una fascinación o un afecto. A veces, llegan a escandir el ritmo propio, como antistrofas que hacen retroceder un poco al coro para que pueda cobrar un nuevo impulso. Podríamos nombrar a ese coro con una letra, ya que se trata de unos ensayos, por definición dedicados al fragmento, que puedo imaginar como partes de un drama o una comedia perdidos. El coro “B”, donde se adelantan cuatro corifeos, en contra de toda regla antigua, que se denominan Borges, Bataille, Berger y Barthes; pero detrás de sus parlamentos, recortando sus evoluciones, dándoles un escenario propicio y asumiendo la voz viva que los vuelve a traer desde el espacio de los libros, está la quinta B, que firma todo. Sin embargo, Biset no es el dramaturgo, no tiene la ironía del titiritero que manejara cuatro marionetas, sino que escucha, ve el ritmo del pensamiento en esos nombres. En verdad, ellos lo inspiran, de ellos recibe en parte su dictado.” (Texto extraído de la contratapa del libro “El ritmo y la distancia”, por Silvio Mattoni)