XII Feria del Libro de Tandil 2015


Con el lema “Que la magia de los libros despierte tu ilusión”

Desde hace algunos años, los organizadores de la Feria del Libro de Tandil acostumbramos a dedicar la misma a un acontecimiento, una institución o a una personalidad. Del mismo modo que -por citar apenas dos ejemplos- en 2012 hicimos referencia al centenario del derrumbe de la mítica Piedra Movediza, símbolo de esta ciudad, y en 2014 dedicamos la Feria a las Bibliotecas Populares y las apoyamos, en esta ocasión pretendemos jugar con la magia mayor.
Para ello, homenajearemos la memoria y la obra de Héctor René Lavandera, conocido artísticamente como René Lavand, quien se alejó físicamente de este mundo el 7 de febrero pasado. Fue el más importante embajador del arte y la cultura tandilense del siglo XX. Nos dejó a los 86 y hasta último momento anduvo llevando lo mejor de lo suyo por Estados Unidos, Japón, España y tantos otros lugares.
A don René, no le gustaba que lo llamen “mago”. Se autodefinía como “ilusionista” o “prestidigitador”. Sin embargo, aceptaba que lo definan como “hacedor de magia”, y lo explicaba afirmando que “magia es la fascinación del actor, que logra de este modo la comunicación con el público. Si lo consigo, enhorabuena. Es como el maestro que además de conocer una disciplina, posee magia para transmitirla a sus alumnos. Si no la tiene, aunque sepa mucho, puede  llegar a infundir aburrimiento y hasta miedo en el educando. Y así no podrá ser jamás un buen maestro. Me pasó eso en la escuela, sobre todo en la secundaria. Tuve profesores con magia y otros sin ella”.
Escribió Lavand varios libros, muchos de ellos técnicos pero otros, testimoniales, con aspectos de su vida, de sus convicciones, de sus sentires. Y obviamente, fue también un gran lector que supo aplicar mucho de lo que adquirió en los espectáculos más magistrales con los que recorrió el mundo.
Con sus más o con sus menos, cada libro tiene su magia específica gracias al arte de la escritura. Simultáneamente, René Lavand definía al ilusionismo como “un arte maravilloso que me permite la comunicación con el mundo”. Esto que estamos reseñando pareciera un juego de palabras, y realmente lo es. Qué maravilloso que con las palabras podamos jugar…
Por eso, mientras tributamos merecido homenaje a este gran ilusionista que nos ha dejado un legado mágico, apostamos a que la magia de los libros despierte tu ilusión.
Bienvenidos, ¡y a disfrutar!